“Vasos sanguíneos en el ojo” de Kim Baxter (Hospital de la Universidad de Cambridge). Técnica: angiografía con fluorescencia.
A través de un procedimiento común, un colorante fluorescente se inyecta primero en el brazo de una persona, que viaja a través de las venas y eventualmente a través de los vasos sanguíneos en el ojo, donde destacan para que puedan ser fotografiados con un tipo especial de cámara. Esos vasos sanguíneos suministran nutrientes a la retina, la fina capa de tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del interior del ojo y funciona casi como una película en una cámara. La luz entra en el ojo y se centra en la retina, que luego convierte estas imágenes en señales eléctricas y las envía al cerebro que las interpreta. Si uno de estos vasos sanguíneos se bloquea, puede causar problemas en el ojo y afectar la vista.