Imagen de portada: © Misión Juno, NASA

Los colores complementarios son un recurso fotográfico muy utilizado desde que la fotografía a color está al alcance del público. Eel contraste entre dos colores que se encuentran diametralmente opuestos en la rueda cromática es muy atractivo al ojo humano. Algunas de las fotografías más famosas del sigo XX como la mundialmente conocida “Niña Afgana” de Steve McCurry son prueba de ello.

Una de las  últimas publicaciones  de la NASA, es una impresionante composición enviada desde Júpiter por la misión espacial Juno. En su edición fotográfica  se ha hecho uso de este recurso fotográfico, optando por una edición que exagera y resalta el contraste de color entre el Polo Sur y las zonas ecuatoriales. Con esto, además de conseguir una imagen más impactante, se logra destacar la gran diferencia entre los cinturones ocre del ecuador del planeta y las tormentas azules de sus polos, dos mundos distintos en un mismo planeta representados con dos colores complementarios en una misma imagen.

Pero antes de editar la foto y efectuar la gestión de color apropiada, es necesario componer la imagen a partir de los datos que envía la misión espacial Juno.

Cómo crear magia fotográfica

Júpiter, al igual que La Tierra, tiene día y noche, cuando en la mitad del planeta es de día, hay oscuridad en la mitad restante. Por lo tanto, para obtener la imagen, la misión espacial Juno tuvo que hacer fotografías al Polo Sur en distintos momentos del día, a lo largo de varias órbitas, hasta conseguir que entre todas las fotos se viesen todas las zonas del polo sur iluminadas. Luego la NASA ajusta todas las imágenes a una esfera virtual en 3D, componiendo una única imagen tridimensional de la mitad sur del planeta. El último toque se consigue con una proyección de la esfera en plano y esa es la imagen que, editada, se convierte en la impresionante foto de portada.